Funcionarios del gobierno ucraniano y analistas militares advierten que Rusia se está preparando para una nueva ofensiva a gran escala en el frente, que puede comenzar en las próximas semanas. Al respecto, escribe la agencia AP con referencia a fuentes de las autoridades ucranianas.
Según ellos, el Kremlin busca usar la presión militar como una palanca para fortalecer sus posiciones en las posibles negociaciones sobre el alto el fuego. Se planea atacar varias secciones del frente con una longitud total de aproximadamente 1000 km.
El presidente Volodymyr Zelenskyy, refiriéndose a los datos de la inteligencia ucraniana, dijo que el enemigo concentra las fuerzas en el noreste, en las regiones de Sumy, Kharkiv y Zaporizhhya. Son estas regiones que, según el Jefe de Estado, pueden convertirse en los siguientes objetivos de la invasión rusa.
En las últimas semanas, ha habido un aumento notable en los ataques hostiles e intentos de romper la desviación de las fuerzas armadas. Los comandantes militares afirman que la Federación de Rusia busca mejorar la situación táctica en vísperas de acciones más grandes.
El analista militar ucraniano Alexei Hetman informó que el Kremlin cuenta con una campaña ofensiva de varios años: "Preparan acciones ofensivas que deberían durar de seis a nueve meses, de hecho, todos 2025."
Tales intenciones pueden indicar que Rusia está tratando de imponer su propio ritmo de guerra a Ucrania y sus aliados occidentales, con la próxima ola de derramamiento de sangre para plantar Kiev en la mesa de negociaciones en las peores condiciones para ello.
El oficial Kiev, en cambio, ha enfatizado repetidamente que no se pueden realizar negociaciones desde la posición de la fuerza, y Ucrania no estará de acuerdo con los escenarios de capitulación.