Ucrania enfrentó un serio desafío en vísperas del invierno, ya que las disputas políticas retrasaron la preparación necesaria del sistema eléctrico. Según el New York Times , debido a desacuerdos políticos entre altos funcionarios del sector energético, se perdió tiempo para modernizar adecuadamente la infraestructura. Esto crea riesgos adicionales para el suministro estable de energía durante el período invernal, lo que se complica por posibles bombardeos desde Rusia.
Una disputa clave que surgió entre el entonces jefe de Ukrenergo, Volodymyr Kudrytskyi, y el Ministerio de Energía provocó su dimisión. Kudrytsky abogó por que el país se centre en la construcción de docenas de nuevas centrales eléctricas en toda Ucrania para hacer que la infraestructura energética sea menos vulnerable a los ataques con misiles. Sin embargo, esta estrategia no encontró apoyo entre los dirigentes políticos. El Ministro de Energía, Herman Galushchenko, por su parte, niega que las diferencias políticas hayan afectado negativamente a la política energética del país. Insiste en que todas las reparaciones necesarias en las centrales eléctricas se han completado a tiempo y asegura que el sistema eléctrico está listo para el invierno.
Sin embargo, según analistas y expertos, perder el tiempo en disputas internas podría tener graves consecuencias para la seguridad energética de Ucrania. En condiciones de guerra y posibles ataques a la infraestructura, los retrasos en la toma de decisiones estratégicas pueden costarle caro a un país. Las cuestiones de seguridad energética siguen siendo extremadamente relevantes y Ucrania se ve obligada a prepararse para el invierno en condiciones de inestabilidad y circunstancias impredecibles.