La empresa Krauss-Maffei Wegmann y Nexter Systems (KNDS), especializada en la producción de vehículos blindados, anunció la imposibilidad de suministrar armas adicionales al ejército ucraniano en un futuro próximo. El director del KNDS, Ralf Ketzel, explicó que la capacidad de producción rápida estaba agotada porque era difícil predecir la duración de la guerra en territorio ucraniano. Los países de la OTAN también han identificado la necesidad de nuevos equipos, lo que complica la situación.
Ketzel expresó la opinión de que se podría haber tomado antes una decisión estratégica sobre el suministro, lo que habría permitido a la empresa suministrar a Ucrania el armamento necesario. También destacó la importancia del apoyo de aliados y socios para el apoyo eficaz del ejército ucraniano.
Al señalar las dificultades para restaurar el equipo en el lugar, Ketzel expresó su preocupación de que la reparación de los tanques Leopard en la zona de conflicto pueda llevar mucho tiempo. La adquisición de repuestos también sigue siendo un problema, especialmente dada la necesidad de Alemania de prepararse para posibles conflictos.
Recientemente, el Ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umyerov, llamó a las empresas de defensa y gigantes tecnológicos del mundo a invertir en la producción de armas ucranianas, lo que indica el rumbo estratégico de Ucrania para fortalecer sus capacidades militares.
El ejército ucraniano, por su parte, ya ha comenzado a utilizar cañones antiaéreos holandeses llamados Cheetah para destruir objetivos enemigos, y continúa desarrollando sus capacidades de defensa.