La situación en el frente ucraniano se complica por la escasez de soldados y armas, lo que allana el camino para el "rápido" avance de las tropas rusas, señala The New York Times. En particular, se destaca la falta de fortificaciones adecuadas que puedan impedir la ofensiva enemiga.
Ugledar se convirtió en un claro ejemplo de este problema. Después de la captura de la ciudad, las tropas rusas pudieron avanzar 10 km hacia el norte en sólo una semana. Se observa que en la región predomina el terreno abierto, donde las líneas de defensa ucranianas están prácticamente ausentes, lo que dificulta la formación de una fuerte resistencia.
Pasi Paroinen, experto del grupo Black Bird de Finlandia, señala que las fuerzas rusas hace tiempo que superaron la antigua línea del frente y los grandes campos minados que anteriormente retrasaron la ofensiva de 2023 en Vugledar. Los militares de las Fuerzas Armadas de Ucrania señalan que los recientes éxitos de la Federación de Rusia fueron posibles gracias a un "callejón sin salida" en el frente, cuando los ataques fallidos del año pasado debilitaron gradualmente al ejército ucraniano, como resultado de lo cual sus tropas se convirtieron en estirados e incapaces de mantener todas sus posiciones.
Además, Ucrania ha debilitado sus posiciones defensivas en el Donbás, transfiriendo unidades experimentadas a la región rusa de Kursk. Esta situación, según Paroinen, da la impresión de que se trata de un juego constante de "vencer al topo", en el que nuevos puntos críticos surgen más rápido de lo que se puede afrontar.
Vincent Tourré, especialista de la Fundación Francesa de Estudios Estratégicos, destaca que la defensa de Ucrania es cada vez más débil y el terreno es cada vez más favorable para las operaciones ofensivas rusas. También señala la mejora de las capacidades militares de Rusia mediante el uso de bombas guiadas.
La situación se complica por una grave escasez de personal en las fuerzas ucranianas, lo que conduce a una importante superioridad numérica de las fuerzas rusas en el campo de batalla.
Paroinen cree que el reciente y rápido avance de Rusia confirma la percepción general de las fuerzas ucranianas: las reservas son pequeñas, muchas unidades de alta calidad están atrapadas en la región de Kursk y Rusia tiene fuerzas suficientes para explotar los puntos débiles en las líneas ucranianas.