El ejército ruso está equipando cada vez más a los drones Shahed iraníes con ojivas termobáricas, lo que aumenta significativamente el poder destructivo de estos drones, especialmente en las condiciones de un ataque a instalaciones fortificadas. Como señaló Defense Express, dicha modernización podría representar una seria amenaza para los refugios civiles, donde los muros convencionales pueden no brindar una protección adecuada.
"En el caso de la detonación de una ojiva termobárica en una sala de estar, es mucho más difícil esconderse de sus efectos. La nube de fuego que emana de él llenará todo el apartamento por completo, mientras que la regla de "dos paredes" puede salvar del efecto de las municiones de fragmentación altamente explosivas, escribe la publicación.
Por lo tanto, en caso de una redada, se recomienda a los Shahed no solo esconderse detrás de dos paredes, sino también cerrar las puertas interiores.