El escándalo en torno a la fundadora de la cadena de salones de belleza G.Bar, Saba Musina, cobra fuerza. Tras las declaraciones del bloguero Andriy Trushkovsky, quien afirmó en un vídeo que el capital inicial de su negocio supuestamente provino de dinero robado de Ukroboronprom, la empresaria reaccionó públicamente.
Según Trushkovsky, el primer marido de Musina, Kostyantyn Cherednychenko, quien tenía vínculos con Ukroboronprom, le dio 50.000 dólares para abrir los salones. El bloguero afirmó que este dinero era "dinero del ejército".
En respuesta, Saba Musina enfatizó en su discurso que su matrimonio con Cherednychenko terminó hace más de diez años, y desde entonces no ha tenido ninguna conexión con su vida personal o financiera.
" Cualquier intento de vincular mi nombre, mi negocio o mi equipo con el proceso penal abierto contra él es manipulación y engaño al público ", escribió.
Musina añadió que tardó en reaccionar, pues las acusaciones que escuchó la impactaron. Al mismo tiempo, enfatizó que tendría que responder ante los tribunales por difamación e intentos de dañar su honor, dignidad y reputación empresarial.
" Mis abogados ya están preparando una demanda, en la que exigiremos hechos. Que el tribunal analice las pruebas y las evalúe ", declaró el fundador de G.Bar.
Respecto a otros rumores difundidos por Trushkovsky, la empresaria se negó a comentar, afirmando que «la fuente de la que se extrae la noticia solo busca llamar la atención». También agradeció a todos los que la apoyaron durante el escándalo.