Rusia continúa encontrando nuevas formas de mejorar sus acciones ofensivas en la guerra contra Ucrania, y una de esas herramientas es la comunicación por satélite Starlink. Como informa el Washington Post , los ocupantes están utilizando masivamente terminales Starlink obtenidos ilegalmente para aumentar la eficacia de sus ataques con drones y artillería.
A pesar de los esfuerzos de Estados Unidos por limitar las exportaciones de tecnología estratégica a Rusia, el mercado negro de Starlink está prosperando. Los terminales de comunicación por satélite caen en manos del ejército ruso, lo que les permite coordinar con mayor precisión las acciones ofensivas. La tecnología ayuda a aumentar la cantidad de drones utilizados y a mejorar significativamente la precisión de los ataques de artillería.
El uso de terminales Starlink permite al ejército ruso dirigir la artillería y coordinar acciones de manera más efectiva durante las operaciones ofensivas. Según los periodistas, estos sistemas contribuyeron significativamente al reciente éxito de los ocupantes en Donbás. El ejército ucraniano confirma que las últimas tecnologías otorgan a las unidades rusas una ventaja significativa en el campo de batalla, permitiendo que las operaciones se lleven a cabo con alta precisión.
El hecho de que Rusia esté instalando terminales Starlink en drones tipo Shahed es particularmente preocupante. Gracias a las comunicaciones por satélite y a las cámaras, los ocupantes pueden utilizar estos drones como municiones de bombardeo de alta precisión para alcanzar incluso objetivos en movimiento. Esto permite a las fuerzas rusas realizar operaciones de largo alcance, utilizando drones para reconocimiento y ajustes instantáneos de fuego.
A pesar de los intentos de limitar el acceso de Rusia a las últimas tecnologías, el mercado negro de Starlink sigue funcionando. Las terminales se venden ilegalmente a través de canales subterráneos, lo que complica la situación para los aliados de Ucrania, que intentan bloquear el suministro de dichos productos a Rusia.