El ataque con misiles contra Kiev el 10 de octubre dañó infraestructuras críticas: una parte de la orilla izquierda de la capital permaneció sin electricidad durante mucho tiempo y Ukrenergo califica las consecuencias en Kiev, Sumy, Járkov y otras regiones como las más graves, informa Telegraph, que habló con expertos sobre los riesgos futuros y los preparativos para el invierno.
Los expertos advierten que los repetidos ataques masivos al sector energético podrían transformar los actuales cortes de emergencia en cortes programados. El exministro de Vivienda y Servicios Públicos, Oleksiy Kucherenko, calificó el ataque de "poderoso" y llamó la atención sobre el hecho de que los transformadores de las calles siguen desprotegidos; según él, algunos refugios y estructuras de protección deberían haberse construido antes, pero esto no ocurrió. Oleh Popenko, presidente de la Unión de Consumidores de Servicios Públicos, afirma que si los ataques se repiten, "los cortes de emergencia se convertirán en cortes programados permanentes".
El tema de la temporada de calefacción se ha vuelto aún más delicado: el inicio del suministro de calefacción dependerá de la ciudad, el estado de las redes y las temperaturas. Los expertos advierten que ni siquiera el encendido oficial de la calefacción garantiza el suministro inmediato en todas las viviendas debido al desgaste de las redes de suministro. En Kiev, según estimaciones, cientos de kilómetros de tuberías se encuentran en estado crítico, y las reparaciones de emergencia podrían retrasar el suministro de calefacción a las zonas locales.
La cuestión de la responsabilidad cobra mayor relevancia en el debate público: los críticos señalan la falta de financiación y la lenta implementación de los programas de protección de las instalaciones energéticas como las principales causas de la vulnerabilidad de la infraestructura, mientras que quienes apoyan las medidas enfatizan la magnitud de los problemas y la necesidad de acelerar las obras. Algunos culpan directamente a los anteriores líderes de las agencias pertinentes por el fracaso de los programas de protección y la inversión de fondos sin resultados visibles.
Los expertos en energía recuerdan que existen tres niveles de protección para las instalaciones —desde barreras básicas y gaviones hasta arcos de hormigón y refugios antimisiles—, pero no se implementan en todas partes; el suministro centralizado y la lentitud de la logística dificultan el refuerzo rápido de cada instalación vulnerable. Por ello, en varios lugares ni siquiera se instalaron medidas de protección mínimas.
En la misma línea, reforzar la defensa aérea se considera una prioridad. El diputado Serhiy Nagornyak enfatiza la necesidad de helicópteros y grupos móviles como medios flexibles para combatir ataques masivos con drones, y también pide la participación de pilotos experimentados. Advierte contra el despliegue de defensa aérea directamente en zonas densamente pobladas, ya que el derribo de drones cerca de viviendas podría representar una amenaza adicional para la población civil.
En definitiva, los riesgos siguen siendo altos: si no se aceleran las obras de protección de infraestructuras críticas, se aceleran las entregas de sistemas de defensa aérea y se ajusta la logística de las fortificaciones, los ucranianos podrían enfrentarse a un aumento en el número y la duración de las interrupciones del servicio este invierno. Al mismo tiempo, los expertos enfatizan que la responsabilidad de la preparación recae tanto en las autoridades centrales como en los propietarios de las redes locales, y que la sociedad debe exigir informes transparentes sobre las medidas completadas e inconclusas.