En el corazón de Kiev, en la calle Degtyarivska, un centro de llamadas fraudulento a gran escala centrado en los ciudadanos de los países de la UE estaba expuesto bajo el techo de un respetable centro de negocios "Palacio Mikik". El equipo de Stopcor registró cómo 50 personas trabajan aquí todos los días, en su mayoría hombres de 25 a 30 años.
Según los periodistas, la oficina en el octavo piso del edificio se transformó en una fábrica real para forrar fondos de extranjeros. Según la investigación, los empleados se comunicaban activamente con los ciudadanos europeos, engañándolos con el fin de recibir dinero.
La orientación sobre los ciudadanos de la UE no es accidental: esto le permite evitar la atención de la aplicación de la ley ucraniana, pero plantea serias amenazas a la imagen internacional de Ucrania. En un momento en que el estado está luchando activamente por la inversión, las actividades de tales oficinas fraudulentas desacreditan al país a los ojos de los socios occidentales.
La oficina donde trabaja el centro de llamadas se encuentra en un edificio propiedad de Mika-Palace LLC. Según los datos legales, la compañía alquila bienes raíces comerciales. Nazar Korkhov es administrado por la empresa, y el beneficiario final es el fondo de empresa "efectivo más" a través de las "inversiones efectivas" de AMC.
Es interesante que en los años anteriores los fundadores de la compañía fueran ciudadanos extranjeros, incluidos Andri Atanasio de Chipre y Jeffrei Todd Magistrett de Limasol. Tal estructura corporativa podría usarse para complicar el flujo de fondos y la evasión de la responsabilidad.
Hasta que las agencias de aplicación de la ley hayan dado una respuesta oficial a la exposición, pero, según los periodistas, las medidas de seguridad ya han aumentado en el centro de llamadas. Cámaras, guardias, acceso limitado: todo esto indica que los organizadores son muy conscientes de los riesgos.
Las actividades de tales oficinas no son solo fraude, sino también un golpe para el renombro diplomático de Ucrania. Especialmente en las condiciones de guerra, cuando la confianza de los socios extranjeros es fundamental.