Como resultado de la guerra en curso iniciada por Rusia, la sociedad y el Estado ucranianos se enfrentan a una serie de desafíos complejos, especialmente en el campo de la demografía. Uno de los aspectos clave de estas dificultades es la situación demográfica en Ucrania, que surgió durante el conflicto y seguirá afectando al país después del cese de las hostilidades.
Durante los últimos 10 años, la guerra ha continuado en Donbas, que alguna vez fue la región más densamente poblada de Ucrania. Cientos de miles de personas se vieron obligadas a abandonar la región y algunas ciudades quedaron destruidas y devastadas. Los asesinatos de ciudadanos ucranianos, que continúan como resultado de la agresión rusa, también afectan significativamente el panorama demográfico. A este desafío también contribuye el gran número de emigrantes obligados a abandonar el país por la invasión.
Incluso después del fin de las hostilidades activas, los problemas demográficos de Ucrania no terminarán. Oleksandr Gladun, doctor en economía, miembro correspondiente de la Academia Nacional de Ciencias de Ucrania y subdirector de trabajos científicos del Instituto de Demografía e Investigaciones Sociales que lleva el nombre de Mykhailo Ptukha, compartió sus opiniones sobre las dificultades futuras.
Según él, la guerra desatada por Rusia complica seriamente el trabajo de los demógrafos, haciendo que muchos aspectos sean difíciles de cambiar. El territorio parcialmente ocupado, la falta de un registro completo de los acontecimientos demográficos y el gran número de refugiados en el extranjero crean dificultades importantes para obtener información demográfica precisa.
Gladun subrayó que la situación actual también se caracteriza por una gran migración exterior. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados estima que más de 6 millones de personas se han convertido en refugiados, mientras que los expertos señalan un número similar de desplazados internos. Esto afecta significativamente a las estadísticas demográficas, complicando la tarea de los expertos.
Al intentar pronosticar la situación demográfica en Ucrania, el Instituto de Demografía e Investigación Social Mykhailo Ptuha tuvo en cuenta varias dificultades. En particular, fue necesario ajustar los datos sobre el número de población, teniendo en cuenta la duración del período desde el último censo de 2001, así como tener en cuenta las peculiaridades de la migración laboral, que se convirtió en una migración permanente. uno.
Gladun señaló que la guerra tiene sus propias características en los procesos demográficos y sólo después de su fin se puede esperar un panorama más estable. La previsión del Instituto cubre el período hasta 2037, suponiendo que la guerra terminará a finales de 2024-2025.
Oleksandr Gladun, subdirector del Instituto de Demografía, subraya que su pronóstico para Ucrania se basa en las fronteras de 1991. Según su pronóstico, a principios de 2037 la población de Ucrania disminuirá a aproximadamente 30,5 millones de personas, lo que significa una rápida reducción de 10 a 12 millones de personas en 15 años.
El principal desafío para el país sigue siendo la rápida reducción de la población, que será relevante incluso después del final de la guerra. Además, el envejecimiento de la población se está convirtiendo en un problema grave, ya que la tasa de natalidad ya antes de la guerra era baja. Esto puede provocar el envejecimiento de la población, ya que se requiere una mayor tasa de natalidad para mantener una población estable.
Oleksandr Gladun destaca que cambiar la estructura sexo-edad es otro desafío. Ucrania ya tenía una baja tasa de natalidad antes de la guerra y se necesitan más niños para evitar una rápida disminución de la población. Sin embargo, en la actualidad, 100 mujeres dan a luz a sólo 116 hijos, que es la mitad del número necesario para mantener una población estable.
El problema afecta incluso al sistema de educación superior, ya que la tendencia a reducir el número de graduados escolares lleva a discusiones sobre una posible reducción de las instituciones de educación superior.
La migración de posguerra es otro desafío serio. Los expertos creen que el regreso de al menos la mitad de los 6,3 millones de personas que se encuentran en el extranjero será una situación positiva. Sin embargo, la duración de la guerra puede afectar los flujos de contramigración, lo que dificulta hacer pronósticos precisos.
Uno de los problemas clave que conducen a la disminución de la población es la baja tasa de natalidad. Después de la guerra, puede haber un aumento compensatorio de la tasa de natalidad, pero los expertos no prevén un baby boom significativo. Esperamos un pequeño aumento en la tasa de natalidad en los 2 o 3 años posteriores a la guerra, pero las tendencias generales dependerán de muchos factores.
El futuro de los territorios ocupados tras la agresión rusa contra Ucrania está en duda debido a la destrucción de ciudades e importantes infraestructuras. Un problema especial es determinar las perspectivas de restauración de estos territorios y la estructura económica después del fin de las hostilidades.
Sin embargo, la cuestión más apremiante es el número y la estructura de la población en los territorios ocupados, que actualmente sigue siendo incierto. Se observa que una parte de la población son extranjeros, colaboradores y miembros de grupos armados ilegales, quienes pueden ser liquidados o emigrar. Por tanto, el futuro de estos territorios dependerá de muchos factores, incluida la política estatal y la duración de la guerra.
Oleksandr Gladun, subdirector del Instituto de Demografía, destaca que el número de personas que regresarán del extranjero y las que se trasladarán a otras regiones de Ucrania dependerá de muchos factores, como la duración del conflicto y la política de recuperación. Esto incluye cuestiones de recuperación de viviendas, creación de empleo e infraestructura.
Uno de los problemas clave es la cuestión de las zonas fronterizas, donde incluso después de la victoria puede seguir existiendo una amenaza por parte de Rusia. Por lo tanto, resolver estos problemas requerirá la cooperación de numerosas instituciones gubernamentales y planes de desarrollo claros para garantizar el retorno y el desarrollo sostenible de estas áreas.
Si se observa la situación actual en Ucrania, parece que la escasez de mano de obra ya se ha convertido en un problema reconocido, especialmente debido a los acontecimientos militares, cuando una gran parte de la población activa está en servicio o ha emigrado. Después del fin del conflicto, esta dinámica puede cambiar, pero el alcance real de los cambios sólo se conocerá después del fin de las hostilidades y el desarrollo de un plan claro para la recuperación económica.
El subdirector del Instituto de Demografía, Oleksandr Gladun, opina que en caso de escasez de mano de obra se consideran las posibilidades de una participación activa de los inmigrantes. Sin embargo, advierte sobre las dificultades de tal enfoque, especialmente teniendo en cuenta el impacto adverso del flujo migratorio masivo en la estructura sociocultural y étnica de la población.
El experto, indignado por la posible sobrecarga de la fuerza laboral debido a la migración, señala que es importante elegir enfoques estratégicos que no creen problemas sociales o económicos. Subraya que un elemento clave es crear condiciones propias para que los ucranianos hagan más atractivo su regreso.
En particular, Oleksandr Gladun destaca la necesidad de restaurar la vivienda y desarrollar la economía nacional. Determina que el estímulo del retorno debe realizarse mediante la creación de condiciones favorables en Ucrania, y no sólo mediante pagos financieros. Este enfoque contribuirá a mantener la eficiencia y la estabilidad de la sociedad ucraniana.