Ucrania se prepara para otro invierno difícil, superando las consecuencias de los ataques rusos a la infraestructura energética. Para garantizar la estabilidad del suministro energético, el gobierno ofrece una serie de soluciones no estándar, escribe el New York Times .
"Están trayendo a Ucrania una antigua central eléctrica lituana para recoger piezas para la red dañada; plantas de energía flotantes arrendadas de Turquía; e incluso invitó a la ONU a las subestaciones críticas, con la esperanza de disuadir los ataques rusos", informa el periódico.
Pero los funcionarios ucranianos han admitido que estas medidas no serán suficientes para evitar los apagones. Y es posible que Ucrania no esté preparada para una caída de temperatura más grave en enero.
Por ejemplo, las piezas de repuesto de la antigua central eléctrica lituana, que debían llegar al país antes del comienzo del invierno, no llegarán hasta el próximo año.
También están en curso negociaciones para el suministro de las centrales eléctricas instaladas en el barco. Está previsto que se utilicen para suministrar electricidad a Odesa, donde no hay suficiente capacidad de generación de energía.
"Las locomotoras de vapor, que funcionan con combustible o gas, estarán atracadas en los puertos de la región y transmitirán la electricidad a la red a través de subestaciones costeras", describe el periódico la estructura de estos barcos.
Se están llevando a cabo negociaciones sobre el arrendamiento de dichos buques con la empresa turca Karpowership. Pero hay otros problemas: los socios occidentales aún no han aceptado pagar el proyecto. Tampoco está clara la cuestión de proteger los "buques de energía" de los misiles rusos.
En cuanto a las fortificaciones de hormigón en las subestaciones de las centrales nucleares, los funcionarios admiten que son ineficaces contra los misiles. Por lo tanto, se pidió a los empleados de la OIEA que estuvieran allí para que Rusia no los atacara.