El 6 de noviembre de 2024, la inteligencia ucraniana llevó a cabo una operación histórica, atacando barcos rusos en el Mar Caspio, a 1.500 km de la frontera con Ucrania. Los drones kamikazes dañaron al menos dos buques, entre los que probablemente se encontraban los buques portamisiles de Tatarstán y Daguestán. También se informa que los pequeños barcos de misiles del proyecto 21631 podrían verse afectados.
Los barcos atacados tenían su base en Caspiysk, en el Daguestán ruso, donde estaban estacionadas partes de las fuerzas costeras, incluidos los marines, que participaban activamente en las hostilidades en el este de Ucrania, en particular en las regiones de Kherson y Zaporizhzhia.
A raíz de esta operación se suspendió temporalmente el tráfico en el aeropuerto de Majachkalá. El ataque a la flotilla rusa demuestra una nueva etapa en la estrategia militar ucraniana, indicando la capacidad de lanzar ataques poderosos contra objetivos enemigos incluso a distancia de las zonas del frente.