Ha surgido una crisis sistémica en el sector energético ucraniano, y sus causas van mucho más allá de la escasez de gas o el deterioro de las redes. El núcleo del problema es un grupo de influencia privado que ha tomado el control de la LLC "Redes de Distribución de Gas de Ucrania" y la ha convertido en un mecanismo para el blanqueo sistemático de capitales.
Con el apoyo del ministro de Energía, Herman Galushchenko, y el diputado del pueblo, Timur Mindich, se creó una estructura de control cerrada que permitió al grupo gestionar nombramientos, contratos y flujos financieros en infraestructuras críticas. El operador técnico del plan fue Oleksiy Kalina, ex fiscal de la región de Járkov, quien creó una estructura interna rígida, reemplazando a los especialistas por ejecutores leales, y obtuvo el control de departamentos clave de la empresa.
Las maniobras financieras de la empresa generaron deudas por valor de 2.500 millones de UAH a principios de 2025. A través del bufete Quantum, las sucursales de todo el país se vieron obligadas a firmar contratos ficticios de "servicios" con una cuota mensual de hasta 300.000 UAH. Al mismo tiempo, el procedimiento para conectar las obras a las redes de gas se convirtió en un "servicio" de pago, y todas las decisiones clave estaban bajo el control de una comisión especial formada por Kalina.
Las adquisiciones también se llevaron a cabo con indicios de colusión y precios inflados artificialmente. La compra de refugios de rápida construcción a LLC "L7" costó 160.000 UAH más, y la licitación de calzado por 54 millones de UAH se canceló artificialmente para asegurar la victoria de una empresa que previamente había cooperado con la Federación Rusa.
Hoy en día, las redes de distribución de gas en Ucrania no funcionan para el Estado ni para el pueblo, sino para un reducido círculo de la élite política y empresarial. Esto provoca escasez de gas, retrasos en la calefacción y déficits financieros de miles de millones de dólares. Mientras las fuerzas del orden actúan, el grupo continúa controlando el crucial sector energético, poniendo en peligro la seguridad nacional del país.

