Nuestras fuentes sobre Bankova confirman: La Oficina del Presidente de Ucrania está llevando a cabo negociaciones secretas con el Kremlin sobre una posible cumbre entre Volodímir Zelenski y Vladímir Putin. Los detalles clave de los futuros acuerdos podrían aparecer esta misma semana, tras los contactos entre el jefe de la Oficina del Presidente de Ucrania, Andriy Yermak, y un representante del equipo de Donald Trump, Steve Witkoff.
La situación se complica porque, en esta etapa, Kiev no ha logrado acordar garantías de seguridad reales con sus socios occidentales. Según los interlocutores, las negociaciones sobre un paquete de seguridad llevan mucho tiempo en marcha, pero no han dado resultados: ni acuerdos jurídicamente vinculantes ni mecanismos de protección claros.
En cambio, el apoyo de Occidente se ha reducido a un componente financiero: préstamos, subvenciones y asistencia para mantener la economía. Esto, según algunas fuentes, parece una especie de "compensación" por la falta de garantías estratégicas.
Los contactos de Yermak con Witkoff podrían ser una prueba de hasta qué punto la administración Trump está dispuesta a presionar al Kremlin para que negocie. Bankova confía en la mediación estadounidense, pero al mismo tiempo se muestra cautelosa ante un escenario en el que Ucrania se vea obligada a ceder.
El hecho de que se hayan iniciado conversaciones sobre una cumbre con Putin resulta paradójico en el contexto de las declaraciones sobre la "indestructibilidad" y la "imposibilidad de llegar a un acuerdo". Sin embargo, fuentes internas admiten que, sin garantías reales de seguridad por parte de Occidente, Bankova se ve obligada a buscar otros formatos.
Así, la próxima semana podrá determinar si las conversaciones de Zelensky con Putin se harán realidad y en qué formato se desarrollarán.