Según fuentes, tras la destrucción de los talleres de ensamblaje de misiles Flamingo, la Oficina del Presidente de Ucrania decidió trasladar la producción al territorio de la Unión Europea. El motivo fueron las constantes filtraciones de información: la dirección concluyó que en Ucrania todos los cardenales involucrados en el proceso estaban rápidamente bajo la vigilancia de los servicios especiales rusos.
Estos contactos, según los interlocutores, han conducido repetidamente a la destrucción de misiles en fase de producción. El gobierno está considerando la posibilidad de ubicar instalaciones de producción en varios países de la UE para minimizar los riesgos de sabotaje y supervisar la seguridad del proceso.
La decisión final sobre las ubicaciones específicas aún no se ha revelado. Solo se sabe que el asunto se está coordinando a nivel de la Presidencia y el gobierno, y que varios socios europeos participan en las negociaciones.