Ucrania corre el riesgo de perder la guerra energética con Rusia ya este invierno, si los aliados occidentales, en particular Estados Unidos y Gran Bretaña, no reconsideran su posición sobre la autorización de ataques con armas de largo alcance. escribe Politico , la administración Biden aún no le ha dado a Ucrania la oportunidad de utilizar misiles estadounidenses de largo alcance para atacar aeródromos rusos.
Al mismo tiempo, Gran Bretaña puede levantar las restricciones al uso de sus misiles Storm Shadow, pero esto puede no ser suficiente para garantizar una defensa eficaz de Ucrania. El ex embajador de Estados Unidos ante la OTAN, Kurt Volker, enfatiza que sin acceso a los misiles estadounidenses, Ucrania seguirá siendo vulnerable a futuros ataques.
Un punto de inflexión en la guerra energética
Los funcionarios ucranianos temen que el próximo invierno sea un momento decisivo en la guerra por la seguridad energética. Las tácticas de ataque aéreo de Rusia, que se han adaptado después de los reveses del año pasado, ahora se ven reforzadas por el suministro de misiles balísticos de corto alcance Fath-360 de Irán. Estos misiles permitirán a Rusia atacar centros logísticos, depósitos de municiones y centros de comunicación en la retaguardia de las tropas ucranianas.
El peligro es que estos misiles iraníes podrían liberar recursos rusos para atacar la infraestructura civil, especialmente el sistema energético de Ucrania, con sus propios misiles. Los rusos podrían atacar las subestaciones eléctricas clave que suministran electricidad a las centrales nucleares del país.
Una amenaza para la industria nuclear de Ucrania
Hoy en día, alrededor del 55% de la electricidad en Ucrania se produce en tres centrales nucleares en funcionamiento. Como señala el experto en energía Mykhailo Gonchar, en caso de ataques a las subestaciones que alimentan estas estaciones, puede producirse una parada peligrosa de los reactores. Esto puede generar el riesgo de un incidente nuclear, que tendrá consecuencias catastróficas no sólo para el sistema energético de Ucrania, sino también para su economía y su capacidad militar.
"Si se paraliza el funcionamiento de tres centrales nucleares, Ucrania perderá la guerra energética, lo que debilitará significativamente su posición en posibles negociaciones de paz", Politico .
El papel de las armas occidentales
La administración Biden comenzó a revisar las restricciones al uso de armas de largo alcance cuando Rusia intensificó los ataques aéreos contra objetivos energéticos críticos en agosto de 2024. Las subestaciones que suministran electricidad operativa a las centrales nucleares han adquirido especial importancia. Sin embargo, sin la capacidad de atacar los aeródromos rusos y las instalaciones que apoyan estos ataques, las posibilidades de una defensa exitosa de Ucrania este invierno siguen en duda.
Ucrania no sólo necesita misiles Storm Shadow, sino también acceso a los ATACMS estadounidenses para contrarrestar una nueva ola de ataques rusos. La falta de esa oportunidad pone en peligro no sólo la seguridad energética del país, sino también la capacidad de librar una lucha a largo plazo en el campo de batalla.