Ucrania ya ha iniciado el proceso de liberación de prisioneros para servir en el ejército, según informó el ministro de Justicia, Denys Malyuska. Según él, casi 350 prisioneros ya han sido liberados en virtud de la nueva ley, que permite a los condenados servir en el ejército a cambio de la libertad condicional después de completar su servicio.
Actualmente hay 4.300 solicitudes de libertad condicional presentadas ante los tribunales y el sistema judicial está procesando activamente la mayoría de estas solicitudes. Malyuska señaló que hasta 20.000 prisioneros, incluidos aquellos en prisión preventiva, podrían ser reclutados para servir en el ejército ucraniano.
Esta política se asemeja a una práctica ampliamente utilizada por Rusia para fortalecer sus Fuerzas Armadas, pero existen diferencias significativas. El programa ruso está abierto a prisioneros condenados por delitos violentos, mientras que la ley ucraniana no se aplica a personas condenadas por dos o más asesinatos, violaciones u otros delitos graves. Una persona condenada por un asesinato sólo puede ser puesta en libertad si no existen circunstancias agravantes, como una agresión sexual.
Malyuska destacó que las razones principales para la aprobación de esta ley son las dificultades con el reclutamiento de ciudadanos "corrientes". También señaló que muchos reclusos que actualmente rechazan la libertad condicional están esperando ver cómo le irá a la primera ola de voluntarios. Quieren saber qué tan bien se entrenará a los reclutas, si los nuevos soldados y los ex prisioneros están satisfechos y si se les trata bien.
"Este será un momento clave", subrayó el ministro, destacando la importancia de la calidad de la formación y del trato a los reclutas para el éxito de esta iniciativa.