En la noche del 9 de noviembre de 2024, Ucrania sufrió un ataque masivo por parte de drones enemigos: el enemigo lanzó 51 drones de ataque, entre los que se encontraban los "Shahed" iraníes y artefactos de tipo desconocido. El impacto principal recayó en la región de Odesa, pero la amenaza también se extendió a otras regiones del país, creando peligro para infraestructuras críticas y para la población civil.
Según información del Comando de la Fuerza Aérea de Ucrania, los defensores destruyeron con éxito 32 drones en once regiones. Entre ellas se encuentran las regiones de Odesa, Mykolaiv, Dnipropetrovsk, Zaporizhzhya, Donetsk, Sumy, Kharkiv, Poltava, Vinnytsia, Cherkasy y Ternopil. Otros 18 drones que se encontraban en el espacio aéreo de Ucrania se perdieron durante el ataque, ya que estaban fuera de la vista de los sistemas de defensa aérea ucranianos.
Los combates aéreos nocturnos demostraron una vez más la capacidad de la defensa aérea ucraniana para proteger al país de nuevas amenazas. Las fuerzas ucranianas repelieron eficazmente el ataque, garantizando la seguridad de las instalaciones clave y de la población bajo la ley marcial. Este logro demuestra tanto la importancia de los sistemas modernos de defensa aérea como la habilidad del ejército ucraniano.
A pesar de los esfuerzos del agresor, la fuerza de la defensa ucraniana sigue siendo fuerte, porque las pruebas diarias sólo endurecen la experiencia de los soldados ucranianos que continúan manteniendo la defensa y preparándose para nuevos desafíos.