A medida que Rusia tomó la iniciativa en el campo de batalla en los últimos meses, Ucrania comenzó a sentir más agudamente la falta de armas y mano de obra. Pero incorporar más hombres al ejército ha demostrado ser una tarea particularmente difícil, escribe The New York Times.
Muchos ucranianos en edad militar están intentando huir del país. Algunos prefieren arriesgarse y cruzar a nado el río Tisza, en la frontera con Rumanía, pero no para afrontar los peligros del frente oriental, cuyo envío, teniendo en cuenta las elevadas pérdidas, se considera un billete de ida. las notas de publicación.
No todos los ucranianos logran cruzar el Tisza, que recibió el sombrío apodo de "río de la muerte". Sólo oficialmente el número de personas ahogadas fue de 22, pero probablemente fueron muchas más.
Los hombres ucranianos están escapando de la movilización no sólo en Rumania, que ya ha aceptado al menos 6.000 desertores desde el comienzo del conflicto. También abandonan su país a través de las colinas fronterizas y los valles fluviales para llegar a las vecinas Eslovaquia, Polonia o Hungría, donde buscan el estatus de refugiados, subraya la publicación.
Esta "salida" cambió la naturaleza del contrabando en los Cárpatos ucranianos.
Según los guardias fronterizos y los funcionarios locales, los contrabandistas que solían dedicarse al contrabando de cigarrillos ahora se dedican casi exclusivamente al contrabando de personas a través de la frontera, informa The New York Times.