Los agricultores europeos protestan cada vez más contra la importación libre de impuestos de productos agrícolas ucranianos a la UE, informa Terre-net.
Una manifestación en Bulgaria, el dumping de cereales ucranianos en la frontera con Polonia, una manifestación con la participación de 900 tractores en Bruselas y el lema "Queremos ayudar, pero no a cualquier precio" por parte de los trabajadores agrícolas rumanos se convirtieron en las últimas manifestaciones de esta ira.
Los sindicatos de trabajadores agrícolas de Francia y Alemania advierten que la integración de Ucrania en la industria alimentaria europea sería un desastre y podría conducir a la desaparición total de las explotaciones agrícolas familiares en Europa.
Como explica la publicación, las grandes tierras cultivables hacen de Ucrania un importante exportador de trigo, maíz y girasol. Al mismo tiempo, los productos ucranianos en la UE están exentos de derechos de aduana en nombre de la solidaridad europea, pero todavía están lejos de los estándares europeos, especialmente en lo que respecta a los pesticidas.
Aunque polacos, rumanos o búlgaros han aceptado permitir el tránsito del grano ucraniano por su territorio, exigen garantías de que se suministrará al mercado mundial y no se utilizará para hacer bajar los precios en Europa.
Como señala la publicación, la política europea de solidaridad con Ucrania perjudica a los agricultores de la UE: si antes Ucrania exportaba a la Unión Europea 20.000 toneladas de azúcar al año, en 2023-2024, según los productores franceses de remolacha azucarera, su volumen podría superar las 700.000 toneladas. .
A finales de enero, Bruselas anunció un mecanismo para la reintroducción de derechos de aduana sobre productos "sensibles": aves, huevos y azúcar.
Los productores de cereales pidieron inmediatamente medidas similares para el trigo, la cebada y el maíz, advirtiendo del riesgo de un "colapso del mercado común".