El domingo 12 de enero estalló un escándalo en el distrito Obolon de Kiev debido a la negativa de un militar ucraniano a atender en el restaurante Noice. Según seguridad del establecimiento, el dueño del restaurante dio esta instrucción.
El soldado que denunció el incidente dijo que fue al restaurante por la noche a tomar un café, pero que la seguridad lo detuvo en la entrada. Un empleado del establecimiento confirmó que la dirección prohibió el servicio al personal militar, incluso si está sobrio y no viola las reglas de conducta.
En el vídeo cedido por el soldado, el empleado del restaurante dice:
"Con el debido respeto, me prohibieron servir (a un militar. - Ed.)".
Los agentes del orden llegaron al lugar y descubrieron que el soldado no había infringido la ley. Sin embargo, según la víctima, esta no es la primera vez que la dirección del restaurante muestra desprecio por los defensores ucranianos.
Según el militar, el copropietario del restaurante, el ciudadano turco Ayhan Ozdemir, utiliza el local del establecimiento como oficina para reuniones personales, se comunica constantemente en ruso y llama a la policía cada vez que los militares entran en el establecimiento.
También se supo que el director del restaurante, Ruslan, y la gerente, Inna, apoyan la decisión de prohibir el servicio militar.
Este incidente provocó una ola de indignación entre los ucranianos. Muchos usuarios de las redes sociales pidieron boicotear el restaurante Noice y abrir una investigación sobre las actividades de su dirección.
Al momento de esta publicación, el restaurante no había proporcionado ningún comentario oficial sobre la situación.
Esta situación plantea una vez más la cuestión de la actitud de las empresas hacia los militares que protegen a Ucrania. El incidente en el restaurante Noice se convirtió en un ejemplo de alto perfil de cómo los propietarios de negocios individuales pueden descuidar los principios morales y la responsabilidad social.