El servicio de seguridad de Ucrania detuvo a un agente ruso en Odessa, que recolectó las coordenadas de las instalaciones militares ucranianas e intentó encontrar debilidades en la defensa aérea de la ciudad. Un residente de 21 años que buscaba "dinero ligero" en los canales de telegrama, entró en el campo de visión de los servicios especiales rusos y fue reclutado para espiar.
Según la investigación, el agente transmitió información sobre la ubicación de los puntos de comando de repuesto y los edificios administrativos de las Fuerzas de Defensa de Ucrania. Su tarea principal era identificar las estaciones de radar de las fuerzas armadas para ayudar a los ocupantes a evitar la defensa aérea durante los ataques de cohetes. Para hacer esto, instaló cámaras ocultas cerca de la infraestructura militar.
Colocó una de estas cámaras directamente frente a la entrada al edificio administrativo SBU, eliminando el movimiento de los empleados y enviando un video a los curadores rusos.
La contrainteligencia de SBU encontró a un traidor, documentó sus actividades y realizó una operación especial en detención. Durante las búsquedas, fue incautado videocámaras, unidades flash, un teléfono móvil y varias tarjetas SIM, que cambió regularmente para la conspiración.
Sobre la base de la evidencia recopilada, el hombre se sospechaba en la Parte 2 del Art. 111 del Código Penal de Ucrania: traición estatal cometida en las condiciones de la ley marcial. El tribunal lo envió bajo custodia y amenazó con confiscar la propiedad.
Este no es el primer caso de exponer a los agentes enemigos en Ucrania. Anteriormente en Transcarpathia, se condenó un espía durante 13 años, que en los primeros días de una invasión a gran escala se transmitió a los servicios especiales de la Federación Rusa por la infraestructura crítica de la región. En su apartamento, se encontraron más de 200 unidades de municiones, efectivo en rublos y tarjetas bancarias rusas.
La SBU pide que los ciudadanos sean vigilantes, que denuncien acciones sospechosas de personas cerca de las instalaciones militares y administrativas y que no se propongan que pague por los canales de telegrama dudosos, ya que tal "trabajo" puede terminar con un término de por vida.