En una de las escuelas especiales de la región de Ternopil tuvo lugar un crimen terrible: un niño de 8 años fue sometido a violencia sexual y otros alumnos de la institución educativa fueron "sedados" con la ayuda de psicofármacos. Este incidente fue informado por el defensor del pueblo, Dmytro Lubinets, quien condenó las acciones de los empleados de la institución y prometió tomar las medidas necesarias para castigar a los culpables y proteger a los niños heridos.
Anteriormente, la fiscalía ya había anunciado la apertura de una causa penal por este asunto. Se informaron al Defensor del Pueblo otros detalles sobre el internado de niños con necesidades especiales.
"Se han establecido dos casos de violencia sexual entre niños. La víctima más joven tiene 8 años", dijo la abogada Iryna Miroshnychenko, que dirigió la inspección.
Además, según ella, algunos niños "por mal comportamiento" fueron enviados a un hospital psiquiátrico local, donde les inyectaron potentes sedantes sin prescripción médica, tras lo cual se volvieron "como vegetales".
"A los niños se les administran medicamentos, en particular psicotrópicos y tranquilizantes, sin prescripción médica, control y sin confirmación del diagnóstico", afirmó también Lubinets.
Además, los inspectores afirmaron que los niños estaban mantenidos en malas condiciones: les dan agua caliente dos veces por semana durante dos horas, les dan bocadillos con agua caliente y en todas partes prevalecen condiciones insalubres.
Los muebles de las habitaciones están rotos, prácticamente no hay juguetes en la sala de juegos. Al mismo tiempo, en uno de los locales se encontraron restos de una fiesta con alcohol para trabajadores del internado.