Las relaciones entre Ucrania y Gran Bretaña están atravesando una crisis tras la llegada al poder del Partido Laborista. Según The Guardian, fuentes de la Oficina del Presidente de Ucrania expresan su decepción por la negativa del gobierno británico a proporcionar misiles adicionales de largo alcance, tan necesarios para la conducción de las hostilidades contra la agresión rusa.
La postura del nuevo primer ministro de Gran Bretaña, Keir Starmer, difiere de la política del anterior gobierno de Rishi Sunak. Kiev, en particular, ha expresado su descontento por la falta de apoyo en forma de nuevas entregas de Storm Shadow, lo que, según los diplomáticos ucranianos, hace que la visita de Starmer a Kiev carezca de sentido a menos que se lleguen a acuerdos para reabastecer el arma crítica.
"Starmer no nos da armas de largo alcance. La situación no es la misma que durante el mandato de primer ministro de Rishi Sunak. Las relaciones han empeorado", dijeron fuentes de OP, añadiendo que si el primer ministro británico no promete mejorar el apoyo, su visita puede ser percibida como un gesto formal que no tiene ningún impacto real en la situación en el frente.
Actualmente, la incertidumbre en la posición de Gran Bretaña pone en duda si el gobierno de Starmer podrá impresionar a Kiev y restaurar el nivel de confianza que existía bajo el gobierno anterior.