El servicio de seguridad de Ucrania informó la exposición y detención de un traidor en una de las unidades de las fuerzas armadas de Ucrania. Al final resultó que, el militar trabajó para la inteligencia militar rusa y pasó a los ocupantes de información importante sobre la ubicación de las unidades de defensa en la dirección de Kupyansk.
Según la investigación, el traidor fue reclutado por el agente ruso en enero de 2025. Su curador era un empleado de la inteligencia militar rusa, que opera en el frente oriental. El militar envió regularmente las coordenadas de posiciones de combate ucranianas, sede, puntos de comando y bonos de fuego. Utilizó la comunicación cifrada para comunicarse con el enemigo: envió mensajes de voz a través de chats anónimos en mensajeros.
Particularmente peligroso es el hecho de que el traidor tuvo que abandonar el territorio poco antes de los ataques de bombardeo de cohetes planeados por los rusos para sus coordenadas. Afortunadamente, la contrainteligencia militar de la SBU ha descubierto su actividad a tiempo y ha impedido una posible catástrofe en la línea del frente.
La detención ocurrió directamente cerca de la línea de lucha. La SBU ha documentado sus contactos con el lado ruso, incluidas las formas de transmitir información y el contenido de las comunicaciones.
Actualmente, el traidor ha sido sospechoso en virtud del Artículo 111 (2) del Código Penal de Ucrania, una traición estatal cometida en la ley marcial. Está amenazado con cadena perpetua.
El servicio de seguridad de Ucrania enfatiza que la lucha contra los agentes hostiles continúa en todos los niveles, e insta a los militares a permanecer atentos e informar cualquier actividad sospechosa en sus unidades.