Según fuentes de la Oficina del Presidente, Volodymyr Zelenskyy no tiene intención de hacer ninguna concesión territorial, incluso si ello amenaza con perder el apoyo militar y financiero de Estados Unidos. El líder ucraniano sigue insistiendo en la restauración total de la integridad territorial del país, demostrando una posición dura, que recibió un apoyo aún mayor dentro de los muros de la Oficina del Presidente.
Andriy Yermak, jefe de la Oficina del Presidente, desempeña un papel clave en esta estrategia, según la fuente. Su tarea es crear una estrategia a largo plazo, que puede resultar especialmente relevante en caso de que Donald Trump regrese a la presidencia de Estados Unidos. Los analistas de OP creen que en tal situación la relación entre Trump y Putin podría empeorar, y Bankova intentará aprovechar esto para fortalecer la influencia internacional de Ucrania.
La región de Kursk como carta de triunfo estratégica
Según el plan, la parte ucraniana considera la posibilidad de controlar ciertos territorios como una potencial palanca de influencia. Según la fuente, la región de Kursk puede convertirse en una carta de triunfo para Ucrania, lo que aumentará su peso en el ámbito diplomático. Este factor, según Bankova, permitirá a Ucrania llamar más la atención sobre su posición y obligará a Trump y Putin a tenerla en cuenta durante las negociaciones internacionales.