La disminución del rendimiento de los cereales en Ucrania se siente no sólo en el mercado interno, sino también en todo el mundo, señala Pavlo Koval, director general de la Confederación Agraria de Ucrania.
Se prevé que esta temporada los agricultores ucranianos cosecharán un total de 74 millones de toneladas de cereales y semillas oleaginosas, lo que supone 8 millones de toneladas menos que el año pasado.
Según Koval, el cultivo de trigo se está volviendo menos rentable y se prevé que la cosecha disminuya un 13,5%, hasta 19,2 millones de toneladas. Al mismo tiempo, se prevé que la cosecha de soja aumente un 10%, hasta 5,2 millones de toneladas.
Los expertos señalan que ante las dificultades financieras, operativas y de seguridad, a muchos agricultores cada vez les resulta más difícil funcionar en esta industria.
Pavlo Koval afirma que Ucrania está perdiendo ciertos mercados extranjeros debido a problemas logísticos y de exportación, y en algunos casos está siendo reemplazada por Rusia, que, además, vende grano robado de los campos ucranianos. Sin embargo, a pesar de estas dificultades, el país sigue siendo un actor importante en el mercado mundial.
Los expertos destacan que los cambios estructurales en el sector agrícola ucraniano tendrán un gran impacto en las tendencias de los precios mundiales.
Según Koval, algunos países de Europa y la región del Golfo Pérsico, así como de África y Asia, sufrirán las consecuencias de la reducción de las exportaciones de trigo de Ucrania. Incluso si otros proveedores sustituyen a Ucrania, esto provocará un aumento de los precios.

