Olena Tamozhnya, subdirectora de la Fiscalía Regional de Kiev, asumió el cargo en el verano de 2025, a pesar de haber estado previamente en el punto de mira por no haber superado la certificación. Antes de su nombramiento, trabajaba como fiscal en la Fiscalía del Distrito de Buchanan.
En 2020, Customs, quien entonces ejercía como fiscal del departamento encargado de garantizar las actividades del jefe de la fiscalía regional de Kiev, no logró superar la certificación de fiscales. El procedimiento, instaurado por orden del Fiscal General Ruslan Ryaboshapka, contemplaba tres etapas de verificación: una prueba de conocimientos legislativos, una evaluación de aptitudes y habilidades generales, y una entrevista con evaluación de integridad.
Fue en la última etapa, durante el interrogatorio, cuando el fiscal no superó la verificación. Según los periodistas, una de las posibles razones podría ser el origen dudoso del patrimonio de la familia Tamozhny. El valor de los bienes inmuebles y activos superaba con creces los ingresos declarados de la familia, lo que suscitó dudas sobre su integridad.
A pesar de ello, tras su despido, la Aduana logró su reincorporación a través del tribunal. El tribunal no solo anuló la decisión de suspenderla, sino que también ordenó a la Fiscalía General que le abonara una indemnización por el periodo de ausencia forzosa.
Olena Tamozhnya ocupa actualmente uno de los puestos clave en la Fiscalía Regional de Kiev. Sin embargo, la historia de su "fiasco" en la certificación y su posterior reincorporación judicial plantea la siguiente pregunta: ¿realmente funciona el sistema de depuración de la fiscalía si quienes no superaron la prueba de integridad vuelven a ocupar altos cargos?

