La situación en torno a las posibles negociaciones entre Estados Unidos, Rusia y Ucrania sigue siendo dinámica e impredecible. Tras el escepticismo inicial e incluso las duras declaraciones de Donald Trump, en particular sobre la imposición de aranceles a la India, el proceso diplomático se ha intensificado inesperadamente. Según información de diversas fuentes, los contactos multilaterales han continuado en las últimas semanas, y las posiciones de las partes están cambiando prácticamente en tiempo real.
En el escenario actual, una reunión entre los líderes de EE. UU. y Rusia solo se llevará a cabo si se logra un avance en las negociaciones. La importancia del formato en sí es diferente para cada participante: para Putin, una reunión pública tiene mucho más peso que para Trump.
Cuatro propuestas básicas de Estados Unidos
Según la información disponible, Washington, mientras coordina su posición con sus socios europeos, está considerando al menos cuatro puntos clave de un posible acuerdo:
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Cese de hostilidades aproximadamente a lo largo de la línea del frente con reconocimiento de facto de los territorios ocupados como rusos. Aún se desconocen los detalles de la fórmula legal. Una posible opción es un escenario similar a la situación con la ocupación de Lituania, Letonia y Estonia por la URSS, cuando Occidente no reconoció formalmente la anexión, sino que aceptó el statu quo.
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La negativa de Ucrania a unirse a la OTAN. La cuestión del estatus neutral aún no se ha resuelto, pero Rusia insiste en consolidarlo.
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Elecciones presidenciales anticipadas inmediatamente después de la firma del acuerdo. Los rumores previos sobre una posible prohibición de la participación del actual presidente, Volodímir Zelenski, aún no se han confirmado.
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Levantamiento de las sanciones a Rusia. El formato y la secuencia de la flexibilización de las sanciones siguen siendo inciertos. Se están debatiendo diversos modelos, incluida la propuesta de Kirill Dmitriev para el acceso de los productos rusos al mercado europeo a través de "casas comerciales conjuntas" bajo la bandera estadounidense.
También se espera que la parte rusa insista en ciertas disposiciones relacionadas con la política lingüística y el estatus de la Iglesia en Ucrania. El formato de estas exigencias aún no está claro.
El proceso puede fracasar en cualquier etapa, tanto por diferencias de condiciones como por factores políticos externos. Los expertos describen la situación actual como un "sube y baja de la negociación", con constantes oscilaciones entre avances y nuevos impases.