El gobierno del Reino Unido está listo para demandar a Roman Abramovich, ex propietario del club de fútbol del Chelsea para lograr la transferencia de fondos del club con fines humanitarios en Ucrania. Es de £ 2.5 mil millones, congelado después de que un hombre de negocios haya sido sancionado debido a la guerra a gran escala de Rusia contra Ucrania.
Abramovich vendió Chelsea en 2022, pero los ingresos aún están bloqueados en la cuenta británica. La razón son las sanciones contra el oligarca ruso, que, según los gobiernos occidentales, tiene estrechos lazos con el Kremlin.
Aunque el propio Abramovich declaró que el dinero debería ayudar a "todas las víctimas de la guerra en Ucrania", las autoridades británicas insisten en dirigir toda la cantidad exclusiva sobre las necesidades humanitarias de los ucranianos.
En una declaración conjunta, la canciller del Tesoro Rachel Rivz y el ministro de Relaciones Exteriores, David Lemmy, enfatizan:
"Las puertas de negociación permanecen abiertas, pero estamos listos para buscar esto en la corte si es necesario. Queremos asegurarnos de que las personas que sufren de Ucrania puedan usar estos fondos lo antes posible".
La confrontación legal puede ser un precedente para el uso de activos rusos congelados a favor de las víctimas de agresión. Mientras tanto, la pregunta permanece abierta: ¿podrá Gran Bretaña forzar sus obligaciones a Ucrania a través de la corte, y esta cantidad será el próximo rehén de subasta política?