El 6 de marzo, los cristianos ortodoxos celebran un evento importante en el calendario de la iglesia: encontrar una cruz y uñas honestas con una santa reina igualmente apostólica Elena en Jerusalén. Este día se convirtió en un hito gracias a la reina Helen, la madre del emperador Constantino el Grande, que en 326 fue a Jerusalén para encontrar la cruz del Señor, que fue enterrada en el sitio del templo pagano. Sus excavaciones condujeron a la maravillosa apertura de la cruz, que fue crucificada por Jesucristo. Según la enseñanza de la iglesia, la cruz encontrada se convirtió en un símbolo de victoria sobre la muerte y el pecado, que dio lugar a la celebración de este evento en la iglesia.
El 6 de marzo, el nuevo estilo también honra la memoria de 42 mártires de la ciudad de Ammorea, quien murió por su fe. En el siglo IX, durante la guerra entre el emperador griego Theophilus y los sarracenos, estos soldados permanecieron fieles al cristianismo, incluso después de siete años de tortura en cautiverio. Su estabilidad y devoción de la fe se convirtió en un ejemplo para las próximas generaciones y se reflejaron en la celebración de la iglesia. La mención de su martirio es una lección de fe inquebrantable y resistencia frente a las dificultades.
En las tradiciones populares, este día se conoce como el Día de Konstantinov, que se asocia con el rito de pisotear nieve alrededor de los pozos para la purificación del agua. Se creía que de esta manera era posible evitar la caída del agua sucia en el pozo durante el derretimiento de la nieve de primavera.
Además, el 6 de marzo, están asociados con signos populares que predicen el clima para el futuro. Por ejemplo, si escuchas un pájaro carpintero en este día, significa que la primavera llegará tarde y un día helado promete un verano seco. Como cualquier otra fiesta en la iglesia, está prohibido jurar, desaparecer o chismear este día. En cambio, los creyentes rezan por la paz, la salud y la curación, así como la limpieza en un baño o se bañan para la purificación espiritual.