Hoy, la Iglesia Ortodoxa conmemora la memoria del Santo Apóstol Tomás, uno de los discípulos más cercanos de Jesucristo, a menudo llamado "Tomás el incrédulo". Es famoso por dudar de la Resurrección del Salvador hasta que la vio con sus propios ojos. Pero después de eso, Tomás se convirtió en uno de los predicadores más devotos del Evangelio, llevando el cristianismo incluso a la India.
Según la leyenda, allí fundó las primeras comunidades cristianas que han llegado hasta nuestros días, y terminó su vida como mártir alrededor del año 72. En este día, los cristianos se dirigen al apóstol con oraciones por el sincero bienestar, la fe y la fortaleza espiritual.
Tradiciones antiguas del 6 de octubre
Entre la gente, esta festividad está estrechamente asociada con el pan, símbolo de vida, abundancia y la bendición de Dios. Por la mañana, las amas de casa amasaban la masa, horneaban un pan fresco y lo compartían con los necesitados. Se creía que quien alimentara a una persona hambrienta en este día aseguraría un año próspero y paz en el hogar.
El pan se bendecía con una oración al apóstol Tomás: pedían salud, armonía familiar y protección contra la pobreza. Se dejaba un trozo de pan horneado en el alféizar de la ventana —«para el buen espíritu de la casa»— para que no dejara entrar la discordia.
Presagios populares para el 6 de octubre
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Si el día está claro, el otoño será cálido y seco.
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Niebla por la mañana - heladas de principios de noviembre.
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Está lloviendo: el invierno será nevoso y ventoso.
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Negarle el pan a un necesitado es causarle dificultades materiales.
¿Qué hacer este día?
Los sacerdotes aconsejan dedicar el 6 de octubre a la oración, las buenas obras y el trabajo. En este día, no se deben discutir, contar dinero ni prestarlo para no "perder" el bienestar. También es recomendable reunirse para una comida conjunta con pan casero para fortalecer la paz y la unidad familiar.
Así nos lo recuerda el día del apóstol Tomás: la verdadera riqueza viene a través de la fe, del trabajo y de la caridad.