La deficiencia de vitaminas es una afección causada por la falta de vitaminas y puede manifestarse de diversas maneras: desde fatiga leve hasta trastornos graves de salud. El reconocimiento temprano de la deficiencia ayuda a evitar complicaciones y a recuperar la energía necesaria para la vida diaria.
A qué prestar atención
Los signos más comunes de deficiencia de vitaminas son fatiga y debilidad constantes (a menudo con una deficiencia de vitaminas B y hierro), problemas en la piel y el cabello (sequedad, descamación, caída, con falta de A, E, biotina), resfriados frecuentes (pueden indicar una deficiencia de C o D), problemas con la visión nocturna u ojos secos (A), así como dolor de huesos y uñas quebradizas, típicos de una falta de D y calcio.
¿Por qué se produce la avitaminosis?
Las razones son una dieta poco saludable con predominio de comida rápida y falta de verduras y frutas, el aumento de las necesidades corporales durante el embarazo, el estrés o el entrenamiento intenso, la malabsorción en el tracto gastrointestinal (enfermedades, medicamentos, alcoholismo) y factores estacionales: por ejemplo, en invierno, los niveles de vitamina D a menudo disminuyen debido a la falta de luz solar.
Cómo prevenir y qué hacer
La mejor prevención es una dieta variada: verduras, frutas, pescado, lácteos, frutos secos y cereales integrales. Durante las épocas estacionales o cuando aumenta la necesidad, se recomienda tomar suplementos (vitaminas D, C o multivitamínicos), pero deben tomarse tras consultar con un médico. Los análisis de sangre periódicos ayudan a detectar deficiencias en las primeras etapas. No olvide su estilo de vida: dormir lo suficiente, hacer actividad física moderada y reducir el estrés mejoran la absorción de nutrientes.
Cuándo consultar a un médico
Si los síntomas empeoran (fatiga intensa, infecciones frecuentes, pérdida repentina de peso, problemas graves de piel o visión), consulte a un especialista; solo un médico puede prescribir las pruebas necesarias y la corrección o el tratamiento dietético. La deficiencia de vitaminas es una señal para el cuerpo de que necesita atención; cambios sencillos en la dieta y el régimen suelen resolver el problema, pero a veces se requiere intervención médica.