El diputado popular de Ucrania, Heorhiy Mazurashu, hizo recientemente una dura declaración que afecta tanto a la situación en el frente como a la política interna del país. Según él, los ucranianos que permanecen en su patria tienen opiniones diferentes sobre la guerra y sólo el 70% está dispuesto a apoyar la lucha hasta el final. El resto, según él, quiere que otros luchen, pero no quieren participar en ella.
"Hay gente que toma la posición: 'Nosotros no vamos a luchar, pero estamos para que otros luchen hasta el final'", señaló el diputado en su discurso. También señaló que tal situación indica una profunda división en la sociedad en cuanto al futuro del país y la actitud ante la guerra.
Mazurashu también compartió la opinión de que los dirigentes del Estado tratan a la población como "esclavos", exigiendo que obedezcan todas las órdenes sin cuestionar. Según él, las autoridades no responden a numerosos incidentes por parte de los Centros Territoriales de Reclutamiento (CCT), cuando la gente, en lugar de ayuda real, se enfrenta a la burocracia y la "busificación", el proceso de envío forzoso al frente.
El diputado expresó su preocupación porque las autoridades no están haciendo un trabajo adecuado para motivar y apoyar a los civiles, sino que sólo se centran en la movilización forzada sin tener en cuenta las necesidades y problemas reales de la sociedad.
Uno de los mayores problemas, según Mazuras, es la falta de reacción de las autoridades ante los incidentes relacionados con los CCT, lo que provoca tensión adicional entre la población. El proceso forzado de movilización y envío de gente a la guerra sin la formación y el apoyo adecuados sólo aumenta la frustración entre los ucranianos.