Los empleados de la Oficina de Seguridad Económica (BEB), junto con la Oficina del Fiscal General de Ucrania, expusieron un esquema de corrupción a gran escala en el que estaban involucrados funcionarios actuales y anteriores de la Aduana de Odesa.
El abuso de posición oficial permitió a una de las empresas exportadoras de cultivos de girasol evadir el pago de impuestos, lo que provocó pérdidas al Estado por un importe de más de 13 millones de grivnas.
Cinco participantes del plan fueron notificados de la sospecha.
Se estableció que los funcionarios de los puestos aduaneros de la Aduana de Odesa expidieron certificados de origen de productos agrícolas a la empresa exportadora sobre la base de documentos que contenían información falsa.
Posteriormente, estos certificados fueron utilizados por el exportador para exportar productos agrícolas sin obstáculos y evadir impuestos reduciendo los derechos de exportación del 10% al 3,6% y al 2,7%.
De esta manera se produjeron pérdidas en el presupuesto estatal por más de 13 millones de grivnas.