Imagina un mundo en el que ya no escuchas la risa del bebé. No hay recién nacidos, escuelas vacías, población que envejece: tal escenario se parece a una distopía, pero ayuda a repensar cuán frágil es la supervivencia de la humanidad.
Los antropólogos creen que si la tasa de natalidad se detiene por completo, la humanidad desaparecerá en aproximadamente 70-80 años. Y aunque las primeras décadas pasarán desapercibidas, después de todo, las personas que ya están viviendo apoyarán el ritmo de la vida, la estructura de la civilización pronto será destruida.
Colapso debido a la falta de manos
El envejecimiento de la población conducirá a una escasez de especialistas. Sin trabajadores jóvenes, medicina, educación, energía, transporte disminuirá. Las cadenas de suministro se romperán, la producción se detendrá, el mantenimiento de las necesidades básicas será imposible. Poco a poco, esto conducirá a la degradación social y económica, y al final, a completar la extinción de la especie.
El agua y la medicina serán un lujo
Con la disminución del número de personal calificado, el problema comenzará incluso con recursos básicos: agua limpia, atención médica, medicina. La humanidad perderá la capacidad de mantener los estándares de seguridad e higiene incluso mínimos.
Escenarios de apocalipsis: ya en cultura
Los escritores de ficción tienen un modelo largo escenarios similares. Kurt Vonnut en las Islas Galapago representó el virus que ha hecho que la humanidad estéril. Otras opciones son una catástrofe nuclear o pandemia global que hará que la humanidad desaparezca sin descendientes.
¿La caída ya ha comenzado?
Actualmente, los niveles de fertilidad en muchos países son más bajos que la reproducción de generación simple. Las mujeres están renunciando cada vez más a la maternidad o retrasándola debido a sus carreras, inestabilidad financiera o ansiedad climática. Estas son las primeras señales de la recesión demográfica.
La historia enseña: encuesta al que se adapta
El Homo Sapiens ha tenido más de 200,000 años, pero incluso los neandertales han desaparecido a pesar de los milenios. Para evitar el mismo destino, la humanidad debe crear un ambiente estable: mantener las tasas de natalidad, desarrollar medicina de salud reproductiva, evitar guerras y catástrofes.
Sin un ambiente saludable y estrategias de supervivencia a largo plazo, corremos el riesgo de perder no solo la presencia biológica, sino también todo el patrimonio cultural de la humanidad.