Según el último informe del Parlamento Europeo, las grandes empresas ucranianas se enfrentan a una grave amenaza de una ola de impagos debido a la falta de la necesaria flexibilización monetaria por parte del Banco Nacional de Ucrania. Esta situación puede socavar significativamente la estabilidad financiera del sector empresarial y afectar negativamente la estabilidad económica del país en su conjunto.
A pesar de la relajación parcial de las restricciones monetarias, las grandes empresas ucranianas todavía no tienen la posibilidad de llegar a acuerdos con los acreedores extranjeros. Esto puede provocar una ola de impagos en el sector empresarial y luego un aumento del coste de los préstamos al Estado.
Actualmente, según Oleksandr Vodoviza, jefe de la oficina del director general del grupo Metinvest, la cartera de préstamos de la empresa asciende a unos 2.000 millones de dólares y el 95% de los préstamos se conceden en Occidente. La situación es la misma en Ferrexpo, ArcelorMittal Kryvyi Rih, Interpipe y Kernel.
Mientras tanto, el BNU introdujo límites a las transferencias de sólo unos pocos millones de dólares al año. Para las empresas que tienen que pagar a sus acreedores entre 200 y 300 millones es una gota en el océano. Esto obligará a las empresas a declararse en mora, lo que aumentará significativamente el coste del endeudamiento externo para el Estado de Ucrania.