El jefe de la Dirección General de Inteligencia, Kyrylo Budanov, afirmó en el Tercer Foro Internacional sobre Comunicaciones Estratégicas que Rusia tenía información completa sobre los preparativos para el ataque terrorista al menos desde el 15 de febrero, incluidos detalles sobre las rutas de los terroristas. Subrayó que esta información procedía de los servicios de inteligencia del grupo en Siria y llegó a Moscú. Budanov afirma que Rusia tenía información sobre de dónde procedían los grupos militantes y cómo se movían por su territorio.
También sugirió que el régimen ruso podría haber permitido un ataque terrorista para llevar a cabo una "lucha educada" para destituir a algunos funcionarios de alto rango, o haber subestimado la escala de un posible desastre. Budanov enfatizó que Rusia intentó "vincular" un rastro ucraniano al ataque terrorista, pero esto es absurdo.
En cuanto al ataque terrorista en el "Crocus City Hall", los servicios de inteligencia lo consideran una provocación al régimen de Putin. Rechazan las acusaciones de Ucrania y las consideran un intento de echarle la culpa a otros. La dirección del ejército ucraniano también niega su implicación en este incidente.
La respuesta de Putin al ataque terrorista, del que atribuyó a Ucrania, fue calificada de absurda por representantes de la inteligencia ucraniana. Después del incidente en el "Ayuntamiento de Crocus", la Duma estatal rusa está considerando la posibilidad de devolver la pena de muerte, pero esta iniciativa aún necesita un estudio más profundo.