El equipo militar occidental proporcionado a Ucrania para combatir la agresión rusa a menudo necesita reparación, pero el proceso de reparación se ralentiza significativamente por la falta de repuestos necesarios y obstáculos burocráticos. Según DW, debido al uso intensivo, en particular de los obuses alemanes Panzerhaubitze 2000, muchos equipos se estropean y las reparaciones suelen tardar varios meses.
Uno de los artilleros ucranianos habló de problemas con los obuses alemanes, que a menudo sufren fallos de software y sobrecalentamiento de los sistemas de control y de los cañones. Según sus palabras, a veces hasta dos tercios de los obuses fallan y el proceso de reparación se retrasa debido a la escasez de piezas de repuesto.
Sin embargo, los problemas no son sólo problemas técnicos. La falta de repuestos necesarios, así como la dificultad para obtener licencias de exportación para cada pieza, ralentiza significativamente el proceso de reparación. Las fuentes dijeron que podría llevar varios meses obtener una licencia para cada pieza de repuesto, lo que aumentaría los retrasos.
A pesar de las dificultades, se están haciendo esfuerzos para mejorar la situación. El grupo armamentista franco-alemán KNDS abrió una oficina en Kiev para mejorar la coordinación con las autoridades ucranianas y acelerar la reparación de equipos. Alemania también está trabajando para dotar a las Fuerzas Armadas de materiales para su automantenimiento.
El gobierno alemán ha expresado su intención de crear una "zona militar Schengen", que simplificará el proceso de obtención de licencias dentro de la UE y acelerará el transporte de armas entre los países miembros. Estos pasos pueden facilitar enormemente el proceso de reparación del equipo y acelerar su regreso al frente.