En el primer semestre de 2025, los funcionarios ucranianos presentaron 706.311 declaraciones, un 34% menos que en el mismo período de 2024, según datos de Opendatabot, que citan a la Agencia Nacional para la Prevención de la Corrupción.
La mayoría de los documentos correspondían a 2024, y el pico de presentaciones se produjo en marzo: el 71 % de las declaraciones se recibieron en esa fecha. Al mismo tiempo, una de cada ocho declaraciones fue objeto de correcciones posteriormente.
En el período 2024-2025, la NACP inició 1534 inspecciones completas de declaraciones, de las cuales el 78 % ya se han completado. Solo en el 0,9 % de los casos (11 declaraciones) no se detectaron infracciones. Solo los documentos clasificados como de alto riesgo se seleccionan para inspección.
En casi la mitad de las inspecciones (45%, o 558 casos), se detectaron inexactitudes que no superaron las 302.000 UAH. Esto conlleva responsabilidades disciplinarias, desde una amonestación hasta el despido o la privación de bonificaciones.
Una de cada tres declaraciones verificadas (423 casos) contenía indicios de presentación deliberada de información falsa por un importe total de más de 5.800 millones de UAH, una media de 13,6 millones de UAH por documento. En 2024 se abrieron 358 procesos penales por este hecho y 258 en 2025, pero solo entre el 6 y el 7 % de los casos llegan a los tribunales.
Otras 159 declaraciones (13%) fueron objeto de responsabilidad administrativa por datos inexactos, por un importe superior a 129,5 millones de UAH. Las multas por este concepto oscilan entre 17.000 y 42.500 UAH.
En 21 declaraciones (2%) se detectaron indicios de enriquecimiento ilícito por un importe total de 646,2 millones de UAH. En 30 declaraciones (3%) se detectaron activos ilícitos por un importe superior a 129,1 millones de UAH.
En algunos casos se registraron varias violaciones a la vez: 18 declaraciones combinaban datos no fiables y enriquecimiento ilícito, y 24 combinaban datos no fiables y activos no comprobados.
Según los expertos, estas estadísticas indican no sólo la magnitud del problema de la fiabilidad de las declaraciones, sino también la baja eficacia a la hora de llevar los casos a juicio en los tribunales.