La Organización Mundial de la Salud está latiendo: de 2000 a 2016, el número de personas que son perjudiciales para el calor han aumentado en 125 millones. Y esta cifra aumenta cada año. La razón de este crecimiento se llama cambio climático.
El cuerpo humano mantiene una temperatura constante debido a los procesos bioquímicos. En un estado de descanso, produce tanto calor como es necesario para trabajar una bombilla de 100 vatios. Cuando el medio ambiente está cerca de la temperatura corporal, la energía es mínima. En el calor, el cuerpo activa los mecanismos de enfriamiento: comienza la sudoración, la frecuencia cardíaca aumenta, aumenta la circulación sanguínea en la piel.
Sin embargo, la sudoración excesiva interrumpe el equilibrio de sal del agua. Esto puede causar dolor de cabeza, calambres, náuseas y fatiga. La alta humedad es aún más complicada: el sudor no se evapora y, por lo tanto, el cuerpo no se enfría, lo que causa una sensación de falta de aliento.
En los días calurosos, las personas se quejan con mayor frecuencia de una disminución en la concentración, la irritabilidad, la debilidad general. Es difícil no solo trabajar físicamente, sino también realizar tareas mentales. Los más vulnerables son los ancianos, sobrepeso, enfermedad cardiovascular o trastornos respiratorios.
Además, según el Instituto de Seguridad Nacional de EE. UU., Las mujeres son peores tolerar el calor debido a la menor intensidad de sudoración. Sin embargo, con la edad, esta diferencia se compensa con problemas cardíacos en los hombres.
El profesor de la Universidad de Boston, Gregor Vellenius, indica que el calor puede causar exacerbación de enfermedades que generalmente no están asociadas con fiebre, en particular, problemas renales, infecciones de la piel e incluso nacimiento prematuro.
Además, los científicos de los Estados Unidos fijan la relación entre el calor y el deterioro del estado mental. En los días calurosos existe un mayor riesgo de exacerbación de trastornos de ansiedad, esquizofrenia, demencia. También hay evidencia de que la alta temperatura reduce los resultados de las pruebas, aumenta el riesgo de errores de producción e interrumpe las funciones cognitivas.