Incluso con una deficiencia de calorías estable, el cuerpo puede no perder peso como se esperaba. Esto se debe a una serie de procesos complejos en el cuerpo que afectan la pérdida de peso, advirtiendo a los nutricionistas.
Primero, a menudo es el caso de que no hay deficiencia real de calorías. Las personas tienden a subestimar la cantidad de alimentos que realmente consumen y sobreestiman el nivel de actividad física. Debido a esto, se crea la ilusión de la deficiencia y el peso se detiene.
En segundo lugar, el cuerpo se adapta a la deficiencia prolongada de calorías, ralentizando el metabolismo y el ahorro de energía. Este proceso se denomina adaptación metabólica, debido a esto, la deficiencia habitual deja de afectar la pérdida de peso.
Otro factor importante es el sueño. El sueño insuficiente o de baja calidad afecta las hormonas de hambre y saciedad: aumenta la grelina y se reduce la leptina. Esto aumenta el apetito y puede conducir a comer en exceso.
También vale la pena prestar atención al consumo de proteínas. Si no es suficiente, el cuerpo pierde la masa muscular, y junto con ella reduce el metabolismo principal, lo que complica la pérdida de peso.
No se pueden ignorar los trastornos hormonales como la resistencia a la insulina, lo que puede interferir con la quema efectiva de la grasa incluso con una nutrición adecuada.
Para una pérdida de peso efectiva y saludable, los expertos aconsejan:
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aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra (verduras, frutas, legumbres, grano integral);
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Evite dietas rígidas y restricciones extremas;
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controlar la calidad del sueño y el estrés;
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Mantenga el equilibrio entre alimentos, descanso y actividad física.
Este enfoque integral ayudará a reducir constantemente el peso sin dañar la salud.