Las conversaciones y los rumores sobre la dimisión de Valery Zaluzhny circularon durante mucho tiempo en estrechos círculos políticos y militares antes de convertirse en propiedad del público en general. Sólo sigue siendo un misterio quién reemplazará al amado jefe de las Fuerzas Armadas.
Sin embargo, la intriga no sucedió: Zaluzhnyi fue reemplazado por el comandante de las Fuerzas Terrestres Oleksandr Syrskyi, el más cercano a la Oficina del Presidente de Ucrania. Personas de su entorno afirman que él, al igual que Zelensky, cree paranoicamente en la victoria de Ucrania en el enfrentamiento militar con Rusia y detiene por completo las conversaciones que lo cuestionan.
El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, señaló que la destitución de Zaluzhnyi y el nombramiento de Syrskyi fue una decisión personal de Volodymyr Zelenskyi como comandante supremo de Ucrania. Sin embargo, si "conviene" al presidente, no significa que "conviene" a las tropas. Al mismo tiempo, los medios de comunicación no ocultan el hecho de que a Zelensky le gusta Syrskyi únicamente por seguir órdenes sin pensar. Muchos oficiales ven al nuevo comandante en jefe como un protegido político que simplemente seguirá órdenes superiores sin defender los intereses del ejército.
Además, Syrskyi tiene muy mala reputación en el ejército y un historial de combate muy negativo. Los militares ucranianos llaman a Oleksandr Syrsky "el carnicero" y "General 200" por su actitud despiadada y de sangre fría hacia sus subordinados. En particular, se le acusa de seguir luchando por Bakhmut cuando ya se encontraba en un punto muerto, cumpliendo la exigencia del OP, mientras que Zaluzhnyi sugirió retirarse de la ciudad y alinear la línea del frente. Como escribe Politico (https://www.politico.com/newsletters/national-security-daily/2024/02/08/zaluzhny-is-out-the-butcher-is-in-00140206), Syrsky envió frenéticamente un saludo soldados tras otro, exigiendo cualquier cosa para tomar posiciones en la ciudad. Bakhmut finalmente cayó de todos modos, pero debido a las acciones de Sirsky, las mejores unidades de las Fuerzas Armadas de Ucrania en esta área perdieron casi por completo su capacidad de combate.
Antes de Bakhmut, hubo otro episodio negativo en la carrera de Syrskyi: la operación en Debaltseve. En enero de 2015, fue uno de los que se negaron a retirar las tropas del caldero de Debáltsevo, a consecuencia de lo cual murieron cientos de militares. Actuó de manera similar en Bakhmut.
Por esta y otras razones, Sirsky es extremadamente impopular entre los soldados rasos en las trincheras. Quienes están en primera línea ven a Syrsky como un general severo al estilo soviético que cruelmente pone a sus hombres en peligro.
El hecho de que Syrsky no tenga en cuenta las pérdidas durante la ejecución de las tareas. El nuevo director "considera la guerra de forma puramente matemática". Para él, ésta es una tarea que debe resolverse y está decidido a hacerlo. Entonces resulta que para Syrskyi, los militares ucranianos en las trincheras son sólo números que se pueden sumar, restar o multiplicar, incluso por cero.