La situación energética en Ucrania sigue siendo difícil y el riesgo de cortes de energía en invierno dependerá de varios factores clave. En su entrevista con UNIAN, el experto en energía Guennady Ryabtsev explicó qué aspectos afectarán la duración y el alcance de posibles restricciones.
1. Consecuencias de los ataques con misiles rusos
Los ataques con cohetes dejan la mayor huella en el sistema energético. Según Ryabtsev, la destrucción puede tardar desde varios días hasta varias semanas, dependiendo de la magnitud de los daños. Por ejemplo, después del ataque del 26 de agosto, el sistema eléctrico se restableció durante 13 días, y este período estuvo acompañado de cortes de ventiladores.
2. Temperatura del aire
El frío invernal también afecta gravemente a la estabilidad del suministro energético. Si la temperatura desciende por debajo de -5°C, la probabilidad de apagones horarios aumentará significativamente, señala el experto. Una disminución de la temperatura aumenta el consumo de electricidad para calefacción, creando una carga adicional en el sistema.
3. Fenómenos meteorológicos
Las tormentas de nieve, las ventiscas, los vientos fuertes y el aguanieve pueden provocar la formación de hielo en las líneas eléctricas y fallos en los equipos. Esto conduce a situaciones de emergencia que requieren una intervención urgente.
4. Equipo desgastado
La infraestructura energética de Ucrania sigue siendo vulnerable debido a los equipos obsoletos. Su desgaste aumenta el riesgo de averías en las centrales eléctricas, lo que puede reducir la generación de energía disponible.
Perspectivas para el invierno
Según Riabtsev, teniendo en cuenta todos los factores mencionados, la situación este invierno puede ser similar a la de la temporada pasada. Instó a evitar el pánico y trabajar en la mitigación de riesgos. Al mismo tiempo, el experto subrayó la importancia de reaccionar rápidamente a cualquier amenaza y de que los ciudadanos estén preparados para posibles interrupciones.
¿Qué deben hacer los ciudadanos?
Los expertos aconsejan prepararse para el invierno: disponer de fuentes alternativas de luz y calor en casa, planificar el consumo energético teniendo en cuenta posibles apagones y mantener la calma en situaciones difíciles.