El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyi está cambiando su retórica sobre la guerra con Rusia. Sus declaraciones sobre la posibilidad de soluciones diplomáticas para la devolución de los territorios ocupados y la idea de que Ucrania sea miembro de la OTAN incluso sin la liberación de todas las regiones provocan reacciones encontradas en la sociedad y en el extranjero. ¿Es este un paso hacia la paz o una reacción forzada a las realidades militares y políticas?
Durante una serie de entrevistas, Zelenskyi expresó su disposición a considerar la posibilidad de poner fin a la guerra bajo la condición de que se garanticen garantías de seguridad para Ucrania, en particular mediante la incorporación a la OTAN. Incluso recientemente afirmó firmemente la necesidad de la devolución total de los territorios, pero ahora el presidente señala que el ejército ucraniano aún no tiene recursos suficientes para liberar todas las regiones ocupadas.
"Nuestro ejército no tiene fuerzas suficientes para liberar los territorios ocupados. Debemos encontrar soluciones diplomáticas", afirmó Zelensky en una entrevista con el periódico japonés Kyodo News .
La idea de una "congelación" temporal del conflicto está ganando peso, pero el propio Zelensky enfatizó que esto sólo es posible desde una posición de fuerza, porque sin ella la agresión rusa puede reanudarse en el futuro.
Uno de los elementos centrales de la nueva estrategia es el deseo de Zelensky de integrar a Ucrania en la OTAN incluso en las condiciones actuales. Sin embargo, las perspectivas de membresía parecen inciertas, porque la Alianza no está dispuesta a aceptar a un país con un conflicto pendiente.
El ex secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, insinuó que incluso una entrega temporal de los territorios ocupados a Rusia podría ser permisible si Kiev recibe serias garantías de seguridad. Sin embargo, ese compromiso sigue siendo una cuestión dolorosa para la sociedad ucraniana.
El nivel de apoyo entre los ucranianos a las hostilidades prolongadas está disminuyendo. encuesta de Gallup muestra que el 52% de la población está a favor de las negociaciones, frente a sólo el 27% el año pasado. Esto demuestra que la sociedad ucraniana busca cada vez más alternativas a la confrontación interminable.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, pidió centrarse en aumentar la ayuda militar a Ucrania. Al mismo tiempo, la Unión Europea promete apoyar a Kiev "tanto como sea necesario". Pero el apoyo financiero que necesita Ucrania es impresionante: sólo para 2024, el gobierno estima que necesitará 120 mil millones de euros.
Si la administración de Donald Trump, en caso de su regreso al poder, recorta la ayuda, como ha prometido repetidamente, Ucrania podría encontrarse en una situación difícil.
Rusia, como antes, no muestra ningún interés en las negociaciones de paz. El Kremlin está gastando importantes recursos para continuar la guerra, a pesar de que las bajas diarias superan los mil soldados. Moscú insiste en que Kiev debería renunciar a su intención de unirse a la OTAN, y sólo esto puede convertirse en la base para una solución pacífica.