Girasol, colza, soja: estos aceites son invitados constantes en nuestras cocinas. Se convirtieron en sinónimo de conveniencia culinaria, y a veces incluso una alimentación saludable. Pero en los últimos años, la controversia caliente se ha roto en torno a los aceites vegetales. Fueron llamados "tóxicos", culpables de inflamación crónica, diabetes e incluso tumores.
La mayoría de las críticas están dirigidas a los "Odados ocho" llamados: colaborados, maíz, algodón, uva, soja, salvado de arroz, girasol y safforov. Pero, ¿qué tan razonables son estos reproches?
Omega-6-Evil o necesidad?
La carga principal está en el contenido excesivo de los ácidos grasos omega-6, que, según algunos investigadores, pueden contribuir a la inflamación crónica. Pero muchas investigaciones modernas refutan esta declaración.
Dariusz Mozofarian de la Universidad de Taffa señala que Omega-6 forma moléculas únicas que, por el contrario, tienen efectos antiinflamatorios. Más de un estudio de 30 años con más de 200,000 estadounidenses mostraron que aquellos que consumían más aceites vegetales rara vez murieron de cardiovascular o cáncer que aquellos que consumían más mantequilla.
¿Qué dicen las pruebas?
El profesor asociado de Jones Hopkins Mattie Marcund analizó el nivel de ácidos grasos en la sangre de más de 30 grupos de participantes. Su conclusión: el riesgo más bajo de enfermedad cardíaca fue en personas con el nivel más alto de ácido linoleico, el principal componente omega-6 en aceites vegetales.
Por otro lado, la relación Omega-6 con Omega-3 alcanza las 50: 1 en la dieta occidental, mientras que 4: 1 se considera óptima. Esto puede deberse a algunos riesgos, desde la depresión hasta la enfermedad inflamatoria intestinal, que se dice. Pero la decisión, según los científicos, no es reducir el omega-6, sino aumentar omega-3 en la dieta.
Procesamiento industrial: ¿hay alguna razón para ser ansiedad?
Otro reclamo de los aceites de semillas es una forma de producirlos. La mayoría de ellos se obtienen usando un solvente basado en aceite hexano. Pero después de la extracción del aceite, se lleva a cabo una limpieza adicional, lo que reduce significativamente el nivel de residuos de productos químicos.
La alternativa es el giro frío sin química, pero el costo de tales aceites es mucho más alto.
Cáncer y Omega-6: ¿Qué muestran los nuevos estudios?
El último estudio ha demostrado que el ácido linoleico puede contribuir al crecimiento de las células de uno de los tipos más agresivos de cáncer de mama: el triple negativo llamado SO (TNBC). Pero los científicos aseguran que estas conclusiones son importantes para un grupo particular de pacientes, no para toda la población.
Los ácidos grasos omega-6 siguen siendo indispensables: el cuerpo no puede sintetizarlos por sí solo.
¿Qué aceite elegir?
Aceite de colza y soja: el más estudiado. Contienen omega-6 y omega-3, tienen un efecto positivo sobre el colesterol e incluso pueden ayudar con la diabetes con sobrepeso y tipo 2.
En estudios clínicos, el aceite de colza ha demostrado mejores resultados que incluso el olivo: redujo el nivel de colesterol "malo" de manera más efectiva.
Conclusión
A pesar de los encabezados alarmantes, la mayoría de los datos científicos muestran que los aceites de semillas no son enemigos. Además, su uso adecuado (especialmente en combinación con Omega-3) puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas. La historia de la toxicidad es más un ejemplo de cómo las verdades parciales dan lugar a grandes mitos.