Hoy en día, los supermercados y mercados están repletos de ciruelas de diversas variedades y colores. Durante la temporada, es difícil resistirse a comprarlas, porque parece que vale la pena "comer de sobra". Pero ¿es seguro comer estas frutas en exceso? ¿Cuál es la dosis ideal para adultos y niños?
La nutricionista Wanda Lewaniuk explica que las ciruelas son una fuente importante de vitaminas A, C, E y PP, además de potasio, calcio, zinc, hierro, yodo, sodio y otros minerales. Contienen ácidos orgánicos, pectinas y fibra dietética, que mejoran la digestión, promueven la salud cardiovascular y tienen un efecto positivo en la visión, los huesos, la piel y el sistema inmunitario.
Las ciruelas son excelentes como postre o refrigerio, y también se pueden añadir a productos horneados, cereales, ensaladas y batidos. Las frutas deshidratadas combinan bien con platos de carne.
Sin embargo, la clave está en recordar la medida. Según Levanyuk, se recomienda a los adultos comer de 3 a 6 ciruelas al día, y a los niños, de 2 a 3. Una cantidad excesiva puede causar trastornos gastrointestinales, ya que las ciruelas tienen un efecto laxante.
La gastroenteróloga Olena Khodosevych enfatiza que las ciruelas pueden ayudar a las personas con estreñimiento, pero quienes tienen tendencia a la diarrea o al síndrome del intestino irritable deben tener cuidado. Tan solo 2 o 3 frutas pueden causar heces blandas.
Además, al reducir el pH de la orina, el consumo excesivo de ciruelas puede aumentar el riesgo de cálculos renales.
Las ciruelas son una fruta de verano saludable, pero solo si se consumen con moderación.