Rusia se encuentra en el umbral de otra ofensiva a gran escala en el este de Ucrania. Según CNN American TV Channel, Moscú ha concentrado a unos 160,000 soldados en el frente, y su golpe puede comenzar en los próximos días o semanas. Esto es confirmado por funcionarios ucranianos y analistas independientes que registran la acumulación sistemática de equipos y personal cerca de la línea de colisión.
Puntos de defensa vulnerables: Pokrovsk, Konstantinovka y Kupyansk. En todas estas ciudades, las tropas rusas ejercen una fuerte presión y avanzan lenta pero con confianza. Los analistas creen que estos asentamientos son los objetivos clave de la ofensiva, cuyo objetivo es romper la defensa ucraniana y crear nuevas cabezas de puente para más ataques.
La situación se complica por los antecedentes políticos. Según CNN, la "ventana" de 50 días, que los rusos recibieron después de la conversación de Putin con Donald Trump (según Axios), crea las condiciones ideales para el Kremlin para la escalada. Es durante este período que la Federación de Rusia planea aprovechar los logros de las últimas semanas en el frente.
La amenaza no es solo en el este. El ex asesor del alcalde de Mariupol, Petro Andryushchenko, advierte sobre la preparación de la ofensiva en la dirección de Zaporozhye. Se refiere a la intensa transferencia de las fuerzas rusas en la región Tokmak y Berdyansk, que puede testificar el intento del Kremlin de repetir el guión de presión masiva de inmediato en varias secciones del frente.
Combinado con amenazas al aire, nuevas oleadas de movilización en la Federación de Rusia y un aumento en el bombardeo de infraestructura civil, la situación parece extremadamente tensa. El período de verano de 2025 puede ser el más popular en la guerra a gran escala.
A pesar de la difícil situación, el ejército ucraniano se está preparando para la defensa y los contraperpetradores. Según el personal general, se desplegaron reservas estratégicas, y los socios extranjeros han intensificado la asistencia militar, en particular en parte de la artillería, los drones y la defensa aérea.
La persona central involucrada es el alcalde de Manganese Gennady Borovyk. Después de que el APS Power Technologi, que proporcionó al calor de la ciudad, se declaró en quiebra después de que la empresa privada Power Techker Technologi, que proporcionó al calor a la ciudad, y sus seis calderas modernas compraron el consejo municipal. El nuevo operador de suministro de calor fue la empresa municipal "Combine of Utities", encabezada por el ex director del mismo "APS Power Technologi" Gennady Ryabokonem. Fue a partir de este punto que comenzó un negocio a gran escala en el presupuesto de la ciudad.