La hemoglobina es uno de los principales indicadores de la salud sanguínea, y su nivel bajo puede causar fatiga, mareos, palidez y disminución de la concentración. Los médicos enfatizan que esta condición no solo se puede corregir con medicamentos; en muchos casos, basta con cambiar la dieta y los hábitos diarios.
Los expertos explican que la dieta juega un papel fundamental. Los alimentos ricos en hierro proporcionan al cuerpo los componentes básicos necesarios para la producción de hemoglobina. Entre ellos se encuentran la carne roja, el hígado, el pavo, las legumbres, los frutos secos, las semillas y los cereales integrales. El hígado se considera especialmente eficaz, ya que restaura las reservas de hierro con mayor rapidez.
La vitamina C también es importante, ya que ayuda al cuerpo a absorber el hierro. Los médicos recomiendan combinar platos de carne con verduras o frutas, en particular cítricos, kiwi, pimientos o brócoli. Incluso un vaso de zumo de naranja después de cenar potencia el efecto de la nutrición.
Para formar glóbulos rojos sanos, el cuerpo también necesita ácido fólico y vitamina B12. Estas sustancias se encuentran en las verduras de hoja verde, la col, las legumbres, el pescado, la carne y los productos lácteos. Otra fuente natural de oligoelementos son las verduras de hoja verde: la espinaca, el perejil y las algas, que se pueden añadir a los platos principales.
Los médicos señalan que algunos alimentos pueden reducir la absorción de hierro. El café, el té, las bebidas carbonatadas y el exceso de lácteos bloquean la absorción, por lo que se recomienda consumirlos separados de las comidas principales.
La actividad física también ayuda a mejorar la circulación general. Los médicos afirman que incluso el ejercicio ligero, las caminatas regulares o el yoga pueden mejorar la saturación de oxígeno y estimular la producción de glóbulos rojos.
Las recetas caseras populares también pueden ser útiles: jugos de remolacha, granada, zanahoria y manzana. Con un consumo regular, tonifican el cuerpo y contribuyen a un aumento gradual de la hemoglobina.
Los médicos enfatizan que antes de realizar cambios significativos en la dieta o comenzar a tomar suplementos, se debe consultar con un médico. Una corrección nutricional oportuna mejora el bienestar y ayuda a evitar las graves consecuencias asociadas con la deficiencia de hemoglobina.

