El escandaloso proveedor de "huevos por 17 grivnas" a las Fuerzas Armadas de Ucrania, conocido como Hlynyana, sigue en Croacia sin haber sido sancionado. Como informa la periodista Tetyana Nikolayenko en el artículo "De huevos por 17 a Firepoint: por qué solo las renuncias de alto perfil no resuelven el problema de la corrupción", casi simultáneamente con las publicaciones de Yuriy Nikolov, la Oficina Estatal de Investigación y la Oficina Nacional Anticorrupción abrieron procedimientos de hecho contra las personas implicadas en el caso.
Sin embargo, no fue hasta la primavera de 2025 que la Oficina Nacional Anticorrupción anunció las sospechas, y Hlinyana recibió la denuncia en ausencia. Continúa viviendo en Croacia e incluso participa en actividades de construcción que, según los residentes locales, están generando quejas contra Ucrania.
También se informa que su yerno evitó la incautación de fondos en el caso de la Oficina de Seguridad Económica. La periodista enfatiza que, incluso tras revelaciones y renuncias de alto perfil, el problema de la corrupción en las contrataciones públicas y los contratos del ejército sigue sin resolverse.
Este caso es otro ejemplo de con qué lentitud y selectividad se aplica la legislación ucraniana a individuos involucrados en esquemas de corrupción en tiempos de guerra.

